José Salazar JB-2 Angry Driver I BOSS No me imagino el número exacto de guitarristas de los que estoy hablando, pero yo, como todos ellos, tuve mi primer acercamiento a la distorsión por medio de un pedal Boss. Por todos lados podías escuchar estos pedales Amarillos, naranjas, o en mi caso el Metal Zone (Que vendí hace más de 10 años a falta de mayor criterio) y no existía, al menos en mi adolescente rango de visión y presupuesto, aún el concepto de “boutique” en el mundo de los pedales de guitarra. Los tiempos han cambiado, la tecnología en los efectos de guitarra ha ido avanzando hacia el mundo digital tan rápido como ha retrocedido en el tiempo hacia los conceptos más básicos de electricidad para replicar sonidos populares tan sencillos como únicos. En otras palabras, hay de todo para todos. De lo que se trata hoy en día es de proponer. ¿Y de qué manera puedes mejorar dos circuitos que funcionan perfectamente por sí solos? Ahí está la propuesta. El BD-2 Blues Driver de Boss (o –cremoso- como lo llamo) ya es una leyenda por su propio mérito (Clapton, baby) No tiene manera de sonar mal y su transparencia inspira. Aunque como cualquiera cosa, no es para todos y guitarristas que buscan un sonido más pesado quizá hagan berrinche y es AHÍ donde tiene cabida el Angry Driver. Una colaboración entre Boss y cualquier otra marca de cualquier otra cosa no había pasado jamás. No es mi trabajo indagar en el por qué sucedió, ni lo es conocer la verdad detrás del mito, pero sí encuentro la lógica sonora en el por qué fue JHS el merecedor de esta importante apertura de Boss al mundo de las colaboraciones, mucho más común en compañías pequeñas de efectos de guitarra generalmente hechos a mano. Y es que es un complemento para nada sutil. JHS es una compañía de pedales que generalmente replica circuitos de una manera excelente. Famosos por su clásico instantáneo -Morning Glory-, y un par de años después por su Angry Charlie, ofrecen en este último un circuito que replica análogamente el sonido de un full stack de Marshall JCM800, es decir, en palabras de la propia compañía, el sonido de los 80`s en un pedal. Es ahí donde ambos pedales pueden complementarse, donde la idea se convierte en propuesta y prosigue a existir. Se llama Angry Driver y ofrece intactos los circuitos tanto del cremoso Blues Driver como del Angry Charlie en un solo pedal. Ambos capaces de responder a las dinámicas de ese overdrive que ronronea hasta ese fuzz que te exige un riff que lo justifique. Las posibilidades se vuelven prácticamente infinitas con estos dos enormes de la distorsión. Puedes usar el overdrive del Blues Driver y pisarlo para darte grasa con el full stack del Angry Charlie una y otra vez sin apagar el pedal, o puedes agregarle los agudos característicos del BD-2 al sonido mucho más medio del JHS, o viceversa e incluso usar un modo en paralelo donde cada señal de cada pedal es manipulable, puedes crear tu propia distorsión con tu propio carácter mezclando los pedales independientemente (Qué momento para estar vivos.) La diferencia entre los circuitos hace que la existencia del pedal sea necesaria y no solo un capricho. Algo que BOSS supo que debía existir en cuanto escuchó la propuesta de Josh Scott. Lo tuve unos días en mi poder por parte de Roland México (Gracias) y estuve tocándolo en un par de amplificadores, con un par de guitarras diferentes para ver la respuesta entre single coils y humbuckers mientras grababa los resultados con fines investigativos de El Tono. Me complace escribir que responde a las dinámicas de la guitarra perfectamente, es interesante tener un circuito true bypass en un pedal Boss que ciertamente no lo es, lo que resulta en un buffer integrado en la distorsión que solo añade al resultado final. No hay perdidas. Mi configuración favorita fue por mucho JHS/BOSS por la simplicidad de poder elegir entre esos sonidos sin tener que apagar nunca el pedal. 9/10 José Salazar @joe_trouble