Federico Sánchez Explorar el espíritu de un aparato Fotografía por Jesús Cornejo En los años que llevo tocando la guitarra, no podría decir que he tenido una fuente de información sólida de la cual haya aprendido los pros y contras del equipo que utilizaré. Todo siempre ha estado basado en cosas casi abstractas: Las primeras revistas especializadas que podía hojear, los consejos del personal que atendía las tiendas de música, las fotos de mis artistas favoritos, y ahora, YouTube y el internet en general. Todos estos factores me generaban un ambiente casi místico donde cada cosa que iba aprendiendo en el camino la asumía como conocimiento por lo menos alquímico. La parte complicada venía con los aprendizajes menos afortunados, esos que estaban cimentados en cosas que alguien presuntamente importante decía o de alguna de esas mitologías que rodean al mundo de la guitarra. “No, chavo, así no es esto”. “Uy no, ese no lo usa Joe Satriani”. “La onda son los bulbos, el sonido real. Lo demás no sirve”. “Si quieres sonar a tal cosa, TIENES que usar tal equipo”. Todos estos comentarios me hacían sentir incómodo por múltiples razones: Por una parte, desarmaban la percepción mágica que tenía de la música y la sustituían por un romanticismo que yo no entendía en lo más mínimo. Esas voces siempre me hacían sentir fuera de la plática, como si de la música que ellos hablaban no era la misma con la que yo convivía, esa que me hacía evaporarme en mis pensamientos. En fin, lo lograron. Viví muchos años de mi vida repitiendo sistemáticamente este dogma, alabando a esos tótems de marcas y modelos sin verdaderamente saber por qué lo estaba haciendo. Una manipulación mediática y social de la cual me di cuenta hace muy pocos años y de la cual poco a poco me quiero desprender. Todo esto lo cuento, como una suerte de preludio al BOSS Nextone, que llegó a mí justo en medio de este proceso de emancipación. Lo primero que se me vino a la mente al probar un amplificador BOSS fue: “¿Amplificador BOSS?, creí que solo hacían pedales”, una vez más, la voz del prejuicio incrustada en mi mente calificando a priori cualquier cosa antes de escucharla. Leyendo las especificaciones técnicas, me di cuenta de varios puntos que me gustaron de inmediato: Su peso. Comparado con otros amplificadores, su peso es considerablemente menor, lo cual hace que el día a día con este aparato sea mucho más sencillo. Transistores. Transistores pero con la tecnología Tube logic, que emula los sonidos de bulbos de salida clásicos: 6V6, 6L6, EL84 y EL34. Cada que cambiamos entre cada una de estas opciones, el interior del Nextone se reconfigura para podernos dar los sonidos característicos de estos bulbos. Efectos integrados. Puerto USB para poderlo conectar a una computadora y personalizar todos los aspectos del amplificador. Esto me ganó: Puedes tener en un preset tu selección de parámetros favoritos y cargarla con sólo apretar un botón. Esto hace mucho más sencillo regresar a ese sonido que te gusta y sólo hacerle ligeras afinaciones dependiendo del lugar donde vayas a tocar. Además, a través del mismo puerto USB, el Nextone puede ser una interfaz de audio y puedes grabar directamente a tu DAW favorito. Después de leer esto y sin siquiera haberlo escuchado, ya estaba sintiéndome cómodo con este equipo. La última prueba tendría que pasar: llevarlo a que sonara en vivo. A propósito, previo a los conciertos, no invertí mucho tiempo en buscar emular el sonido que siempre usaba. Decidí ir más o menos a ciegas y resolver todo en el momento, para ver qué tan fácil era salir de problemas con este amplificador. En una semana hice cuatro conciertos, cada uno diferente al anterior: Fotografía por Jesús Cornejo Alonso López quinteto en el Museo Tamayo (Jazz contemporáneo) En este ensamble tocamos música original de Alonso y un par de piezas de otros compositores. Todo muy cuidado, sobre todo en el sonido general del ensamble y en los posibles cambios de dinámica que la música necesite. Para estos casos, es importante tener un amplificador que aunque no lo tengamos al máximo de volumen, pueda tener presencia en el sonido de la banda y un sonido contundente y verdaderamente limpio. Toqué todo el concierto en el canal Clean, acentuando un poco los medios del ecualizador y de ser necesario, con ayuda del Boost integrado del Nextone. Hernán Hecht Xpression Quartet (Jazz contemporáneo/rock) En esta banda, generalmente tenemos más o menos el mismo perfil del ensamble anterior, solo que a veces, dependiendo del lugar, podemos tocar con mucha más energía. Otra diferencia de lo anterior, es que todo el tiempo estoy experimentando con el sonido en vivo. Procuro estar atento a todo lo que pasa para poder modificar el carácter de la guitarra en cada una de las piezas. Acá juego mucho entre el canal de Clean y Crunch del amplificador, y también con los efectos integrados del Nextone. La Veladora (Improvisación libre) Este proyecto es impredecible. Para esto, sometí al Nextone a que pasara por muchas fases de sonido distintas: Feedback, Delays saturados, distorsión máxima, cambios drásticos de volumen, etc… Todo esto lo soportó sin jamás alterar el sonido limpio de la guitarra. Acá utilicé todo lo que trae el amplificador, me la pasé la mitad del tiempo con las manos sobre las perillas. Sabroso (Psicodelia tropical) Esta banda toca música tropical de baile, con muchos pasajes de efectos e improvisación colectiva. Acá me gusta mucho emular un sonido más convencional de guitarra, orientado a aquellas guitarras del afrobeat o de latinoamérica en los años 60’s. Fue muy fácil llegar a esto utilizando el Delay integrado del Nextone con muy poco Feedback y las repeticiones muy cortas, tratando de simular un resorte. También uso un poco de Reverberación al final y de ser necesario, una vez más, el Boost que salva en todas las situaciones. En todos estos escenarios, el Nextone triunfó. Se adecuó al sonido más cuidado de mi guitarra y también a la psicodelia y al descontrol total que se pidió en su momento. Nunca me hizo falta volumen y siempre tuve ese extra que pude haber utilizado en caso de ser necesario. El Nextone me dió todo lo que busco en un amplificador: portabilidad, sonido, versatilidad y solidez. Aparte de los extras que se consiguen con su software. Definitivamente, un encuentro muy afortunado. Quise introducir este texto con mi experiencia en el mundo de la guitarra, para invitarlos y también recordarme: La música y los instrumentos que utilizamos para vivirla, muy difícilmente podemos reducirlos a una visión binaria de blanco y negro. Todo el equipo tiene una suerte de espíritu que vale la pena conocer y explorar. Claro que el primer paso para llegar a esto, es abandonar nuestros dogmas y siempre estar abiertos a nuevas experiencias, a reinventarnos a través de nuestra percepción del sonido.