Tuvimos como objetivo el sonido “real,” mas sin embargo logramos crear el sonido “ideal” en ese proceso.
Las TR-808 y TR-909, que fueron desarrolladas mucho antes que el D-50, tuvieron como objetivo la reproducción del sonido real. Sin embargo, al final, un nuevo sonido que es simplista pero mas fuerte, sin contaminar ni ser trivial, nació. Y esta es la “idealidad.” No solamente significa “idea” sino también Teoría de Formas (Platón), ideal, imaginación o creación, Si la realidad es comparada a la fotografía, la idealidad es un lienzo pintado a mano.
Por eso, el sonido del D-50 es como una pintura del impresionismo y abstraccionismo, y no es un sampler sino un sintetizador, que es un instrumento creativo.
La expresión artística Japonesa “Anime” tiene su estética especial estándar; grandes ojos en rostro pequeño, pequeña boca y quijada. Se mira rara para la gente occidental, pero es ampliamente aceptada en la actualidad. El estudio de la Estética, que es el estudio del valor estético, parece estar tornándose mas y mas popular en la actualidad.
Pienso que el D-50 es un peldaño vital vintage en el periodo de transición de lo análogo a lo digital. Me enorgullece que Roland estuvo, y aun está, en la jornada por la “idealidad” en tan tremendo periodo de transición, e incluso ahora para el futuro.
Finalmente, permíteme expresar el gran aprecio que les tengo a Eric, Adrian Scott y los ingenieros que trabajaron en este proyecto, y quienes se volvieron lideres creativos.
Nosotros Diseñamos El Futuro.